Jardín de Astronomía
Esta exposición de acceso libre ubicada en el Umbracle, se concibe como un excelente balcón desde el que mirar al cielo y aprender astronomía. Cualquiera que pasee por él – da igual cuál sea su edad o procedencia - se convertirá, sin apenas darse cuenta de ello, en un verdadero apasionado de esta materia.
La astronomía es una ciencia estrechamente relacionada con instrumentos de observación y medición del cielo. En este original Jardín hemos reunido algunos de ellos. Todos ellos son ingenios – algunos muy conocidos - que ha desarrollado el ser humano a lo largo de la historia para entender los movimientos que describen los distintos objetos que contemplamos en la bóveda celeste, sobre todo el Sol, la Luna y las estrellas.
Al utilizar estos módulos podemos comprender algunos conceptos básicos como el movimiento aparente de los astros, la diferencia entre hora solar y hora civil o entre longitud y latitud, cuándo se producen los solsticios y los equinoccios, qué es la declinación solar, etc. Y lo haremos de una forma divertida, interactiva y divergente. Porque hay pocas cosas que exciten más nuestra curiosidad que observar el cielo.
Para saber más, consulta la guía didáctica del Jardín de Astronomía.
Ver vídeo Jardín de Astronomía en el canal Youtube de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
Instrumentos astronómicos
La sombra del Sol
El gnomon es sin duda el instrumento astronómico más sencillo y antiguo: una simple barra perpendicular al suelo que proyecta su sombra sobre un plano horizontal. Significa palo o bastón en griego. Con tan sencillo aparato, podemos observar cómo se mueve la sombra del gnomon a lo largo del día y cómo varía su longitud a lo largo de las estaciones.
Seguir leyendo¡Soy un gnomon!
No necesitas absolutamente nada para conocer la hora solar. Tan solo a ti mismo, porque en este instrumento tú eres el gnomon; tu propia sombra indica la hora solar.
Seguir leyendoLa altura del Sol
Este instrumento, llamado plinto, fue descrito por Claudio Tolomeo en el siglo ll d. C., y se utiliza para medir la altura máxima del Sol sobre el horizonte. Al mediodía, cuando alcanza el punto más alto de su recorrido, el Sol cruza el meridiano del lugar.
Seguir leyendo¿Dónde está el Sol?
El Sol se mueve a lo largo del día, pero también lo hace a lo largo de períodos de tiempo más largos; por ejemplo, los meses. Este movimiento es el que se encuentra en el origen de los solsticios y equinoccios, de los que nos habla este módulo.
Seguir leyendo¿Por dónde se pone el Sol?
Vemos el movimiento que traza el Sol sobre el horizonte como un gran arco que se describe en él entre dos puntos. En este módulo aprenderemos algo sobre estos dos puntos por los que decimos en lenguaje coloquial que sale y se pone el Sol.
Seguir leyendoReloj solar: hora solar y hora civil
El movimiento del Sol también puede resultar muy útil para saber qué hora del día es. En la exposición te presentamos dos de estos relojes de Sol, explicando, de paso, la diferencia que existe entre hora solar y hora civil.
Seguir leyendoNoche y día
Hasta ahora hemos hablado siempre de aquella parte de la Tierra que queda iluminada por el Sol. Pero nuestro planeta también cuenta con otra cara (su opuesta) que, simultáneamente, queda en sombra. En ella decimos que es de noche. La reproducción de un globo terráqueo nos muestra de una forma muy visual el principal efecto que tiene el movimiento de rotación de la Tierra.
Seguir leyendoEl cielo en tus manos
En el Jardín de Astronomía podemos contemplar el movimiento de otras estrellas distintas a nuestro Sol.
Seguir leyendoReloj de Luna
El tercero de los cuerpos celestes del que se habla en el Jardín de Astronomía es la Luna, el satélite natural de la Tierra. Además de extasiarnos contemplando sus curiosas manchas, podemos usarla también como un auténtico reloj.
Seguir leyendo¿Existen mares en la Luna?
Hasta la ojeada más despreocupada revela que la superficie lunar tiene zonas claras y oscuras. Los terrenos claros y accidentados son 'terrae' (tierras, en latín), y las regiones oscuras son 'maria' (mares, en latín). Los primeros astrónomos creían que estas últimas eran océanos. Luego se supo que allí no hay agua, aunque se mantuvo la denominación. Las zonas claras, los supuestos continentes, se suelen llamar también tierras altas, ya que tienen mayor altitud.
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